diciembre de 2024 | 🕑 3 minutos de lectura (Traducido con ChatGPT)
Jubileo 2025
Peregrinos de esperanza
Cuatro figuras estilizadas, que representan a la humanidad proveniente de los cuatro rincones de la tierra. Una figura abrazada a otra, para simbolizar la solidaridad y la fraternidad que deben unir a los pueblos entre sí.
La primera de las figuras está aferrada a la cruz, una cruz de esperanza, con las olas debajo que evocan el mar agitado de la vida.
Así se presenta el logo oficial del Jubileo 2025, difundido hoy, con el lema "Peregrinos de esperanza".
Es un diseño simple, pero al mismo tiempo elaborado, que se presta a diversas interpretaciones. Por ejemplo, la parte inferior de la cruz se prolonga y se transforma en un ancla que se impone sobre el movimiento ondulante. Es un ancla, también aquí, de esperanza, como se llama en jerga marina al ancla de reserva usada en emergencias para estabilizar las embarcaciones durante las tormentas.
Además, la imagen muestra que el camino de las cuatro figuras no es individual, sino comunitario, con un dinamismo creciente que tiende hacia la cruz. Y la cruz también es "dinámica", se curva hacia las figuras como para ir a su encuentro.
«Cuando quise "personificar" la esperanza, tuve clara una imagen: la cruz; la esperanza está en la cruz», dijo ayer Giacomo Travisani. “Imaginé al Papa, Pedro de hoy, guiando al pueblo de Dios hacia la meta común – añadió Travisani – abrazando la cruz, que se convierte en un ancla, como un firme punto de referencia para la humanidad; y nosotros, el pueblo, abrazarnos entre nosotros y a él como si estuviéramos aferrados a esa ancla, evocando simbólicamente a los peregrinos de todos los tiempos”.

Padre que estás en los cielos
La fe que nos has dado en Tu Hijo Jesús, nuestro hermano, y la llama de caridad difundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo,
despierte en nosotros la bienaventurada esperanza del advenimiento de Tu Reino.
Que Tu gracia nos transforme en cultivadores diligentes de las semillas evangélicas que hagan crecer la humanidad y el cosmos,
en la confiada espera de los cielos nuevos y la tierra nueva, cuando, vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre Tu gloria.
Que la gracia del Jubileo avive en nosotros, Peregrinos de Esperanza,
el anhelo por los bienes celestes y derrame sobre el mundo entero la alegría y la paz de nuestro Redentor.
A Ti sea la alabanza y la gloria por siempre.
Amén.